Lección 11: El secreto del contentamiento

El secreto del contentamiento



En una reunión de diáconos, el pastor pidió nombres de posibles candidatos para el diaconado.  Cuando el nombre de Jaime fue sugerido, uno de los diáconos respondió: "El problema con Jaime es que Él es como un termómetro y no como un termostato".


El pastor, intrigado por esta declaración, indagó el significado.  "Un termómetro no cambia nada a su alrededor - solo registra la temperatura", explicó el hermano. "Siempre está subiendo y bajando, En cambio un termostato regula a sus alrededores y los modifica cuando sea necesario.  Jaime es como un termómetro - no tiene poder para cambiar las cosas; se deja cambiar por ellas."

El apóstol Pablo era como un termostato. En lugar de tener altas y bajas espirituales, según los cambios en su situación, Él prosiguió firmemente haciendo su trabajo y sirviendo a Cristo.  Las palabras finales de esta carta indican que Él no era víctima de las circunstancias, sino vencedor de ellas. Pues, pudo decir: "Todo lo puedo aceptar" v.11; "Todo lo puedo hacer" v.13; y "todo lo he recibido" v.18. Pablo no tenía que ser mimado para estar contento; él hallaba su contentamiento en los recursos espirituales abundantemente provistos por Cristo.

El contentamiento no es la complacencia, ni es una paz falsa basada en la ignorancia.  El creyente complaciente no se interesa en otros, mientras que el creyente contento quiere compartir sus bendiciones.  El contentamiento no es escapar de la batalla, sino más bien tener una paz y una confianza profundas en medio de la batalla.  "He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación". V.11.  Dos palabras en ese versículo son de vital importancia - "aprendido" y "contentarme".

El verbo "aprendido" significa "aprendido por medio de la experiencia". El contentamiento espiritual de Pablo no fue algo que adquirió inmediatamente después de ser salvo.  Tuvo que pasar por muchas experiencias dificultosas de la vida para aprender a contentarse.  La palabra "contento" realmente quiere decir "contenido".  Es la descripción de un hombre cuyas fuentes de satisfacción son internas y por lo tanto, no tiene que depender de substitutos externos. La palabra griega significa "autosuficiente" y era una palabra favorita entre los filósofos estoicos.  Mas el creyente no es autosuficiente en sí mismo; encuentra la autosuficiencia en Cristo. Ya que Cristo vive en nosotros estamos preparados para hacerle frente a las demandas de la vida.

En este capítulo, Pablo nombra tres recursos espirituales maravillosos que nos hacen competentes para la vida cristiana y nos dan contentamiento.

La providencia soberana de Dios (4:10)

La providencia de Dios simplemente quiere decir que Dios sencillamente sabe las cosas por adelantado.  La historia conocida de José y sus hermanos ilustra el significado de la providencia (Génesis 37-50).  Los hermanos de José lo envidiaban y lo vendieron como esclavo cuando solo tenía 17 años.  Fue llevado a Egipto, y ahí Dios reveló que siete años de hambre vendrían después de siete años de abundancia.  José descubrió esto cuando interpretó los sueños de Faraón. Por esta razón, José fue elevado a la posición de segundo gobernador en Egipto. Después de veinte años de separación, los hermanos de José se reconciliaron con Él, y entonces comprendieron lo que Dios había hecho.

"¡Para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros!" dijo José (Génesis 45:5). "Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien."(Génesis 50:20).  Esta es la providencia de Dios, su mano gobernando de manera soberana los asuntos de la vida.

Pablo experimentó esta providencia divina en su vida y ministerio, y por tanto, pudo escribir: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados" Romanos 8:28

La vida no es una serie de accidentes; es una serie de encuentros predeterminados. "Te haré entender y te enseñaré el camino que debes andar; Sobre tí fijaré mis ojos" Salmos 32:8  Esta es la providencia de Dios, una fuente maravillosa de contentamiento.

El poder infalible de Dios (4:11-13)

Pablo de inmediato les hace saber a sus amigos que no se está quejando. Su felicidad no depende de las circunstancias o de las cosas. Su gozo proviene de algo más profundo, algo completamente aparte de la pobreza o la prosperidad. La mayoría de nosotros hemos aprendido a "vivir humildemente", porque cuando vienen las dificultades corremos hacia el Señor.  Pero pocos han aprendido "tener abundancia". La prosperidad ha dañado más a los creyentes que la adversidad. "Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad" Apocalipsis 3:17.
A través de las dificultades y pruebas, Pablo fue iniciado en el secreto maravilloso del contentamiento, a pesar de la pobreza o de la prosperidad: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" v.13.   Fue el poder de Cristo dentro de Él, lo que le dio contentamiento espiritual.


Filipenses 4:13 de manera famosa dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Tal vez no hay declaración más segura en toda la Escritura.

Pero no es descarada confianza en sí mismo. Es la confianza en el poder de Cristo.

Ese versículo no es un manifiesto a favor de la autoestima y del pensamiento positivo aunque a menudo es utilizado como tal. Las personas citan el versículo como si significara “Con la ayuda de Jesús se puede lograr todo lo que sueño que tengas para ti mismo.” Esa no es la idea. Pablo está hablando como un hombre que quiere hacer la voluntad de Dios y sabe que es demasiado débil y pecador para hacerlo, pero él está echando mano del poder de Cristo para que haga en él lo que él sabe que no puede hacer por su cuenta.

La referencia adecuada es de 2 Corintios 3:5: “no que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios.” Pablo no está simplemente modelando el principio que él dio como imperativo en Efesios 6:10: “fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.”

No hay espacio para una medida carnal ni un ápice de autoestima, si usted entiende este principio.

La promesa inmutable de Dios (4:14-20)

Pablo consideró la dádiva misionera de los filipenses como una inversión que les pagaría grandes dividendos espirituales. Esta iglesia tenía un sistema excelente de "dar y recibir"; La iglesia dio cosas materiales a Pablo, y recibió bendiciones espirituales de Dios. El Señor lleva las cuentas y nunca fallará en pagar un solo dividendo espiritual. La iglesia que falla en compartir materialmente con otros es un iglesia pobre.

Pablo consideró la dádiva de los filipenses como un sacrificio espiritual, puesto sobre el altar para la gloria de Dios.  Mas Pablo no considera que esta dádiva haya venido simplemente de Filipos.  También la ve venir del cielo para suplir su necesidad.  La confianza de Pablo estaba en el Señor.

El contentamiento viene de los recursos adecuados. Nuestros recursos son la providencia de Dios, el poder de Dios, y las promesas de Dios.  Estos recursos capacitaron a Pablo para hacer frente a cada exigencia de la vida, y nos pueden capacitar a nosotros también.

Basado en
Bible gateway, Zondervan Corporation (s.f.). Recuperado el 11 de Abril de 2020, de Bible gateway, resources: https://www.biblegateway.com/
Max Lucado, (2016). Filipenses, estudio bíblico para células.Texas EEUU. Editorial Mundo hispano.
Warren W. Wiersbe, (2019). Gozosos en Cristo. Editorial bautista independiente

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