Lección seis: resplandeciendo para Cristo

Lección seis

Resplandeciendo para Cristo


Encarcelado debido a su fe intrépida, el apóstol Pablo envía esta carta alentadora y desafiante a los cristianos en Filipos. ¿Sus órdenes?  Fijarse en el ejemplo de Jesús y vivir humildemente. Ceder a la obra de Dios en sus vidas. 

Lee este breve pasaje (Filipenses 2:12-18) y subraye todos los verbos. Fíjese en lo que Pablo dice que Dios está haciendo.  Observe las acciones que se esperan de los creyentes. ¿Qué es lo que le impacta? Lo leemos y estamos de acuerdo con esto, pero ¿Cómo podemos ponerlo en práctica? ¿Cómo puede un hombre mortal esperar lo que Cristo logró?  Parece muy presuntuoso tan sólo tratar de lograrlo.  Pues, nos encontramos procurando ser humildes, y a la vez estamos ejercitando orgullo en nuestro intento de imitar al Señor Jesús.

El problema no es realmente tan difícil. Pablo no nos está pidiendo "alcanzar las estrellas", pero aunque la meta sea alta, debemos lograrla. Mas bien, él está poniendo delante de nosotros el patrón divino y el poder divino para alcanzar lo que Dios ha mandando. "Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad" (2:13). No es por imitación, sino por encarnación - "Cristo vive en mí" Gálatas 2:20. Dios pone en nosotros el querer, y nos toca ocuparnos en el hacer.

Hay un propósito que lograr (2:12, 14-16)

"Ocupaos en vuestra salvación" v.12 no quiere decir que debemos trabajar para obtener nuestra propia salvación. Para empezar, Pablo le está escribiendo a gente que ya son "santos" (1:1), lo cual quiere decir que han confiado en Cristo y han sido apartados para él. El verbo "ocupar" significa "trabajar hasta que la obra sea completamente terminada", tal como resolver un problema de matemática. El propósito que Dios quiere que realicemos es el de ser semejantes a Cristo, "hechos conformes a la imagen de su Hijo" Romanos 8:29. Hay problemas en la vida, mas Dios nos ayudará a resolverlos. Nuestras vidas, como una mina o un campo, tiene una potencialidad grandiosa, y Dios quiere ayudarnos a lograrla.

Como los copos de nieve o las huellas digitales, no hay dos cristianos que sean iguales. No debemos ser imitadores mediocres de otros, especialmente de grandes cristianos. Hemos de seguir sólo lo que de Cristo vemos en sus vidas. "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo" 1 Corintios 11:1.  Cada uno de los grandes creyentes tiene pies de barro y tarde o temprano te decepcionarán, mas Cristo Jesús nunca te fallará.
En los versículos 14 y 15, Pablo contrasta la vida del creyente con las vidas de aquellos que viven en el mundo. La gente inconversa se ocupa de quejarse y criticar, mas los creyentes se regocijan.  La sociedad a nuestro alrededor anda en caminos "torcidos y perversos", mas el creyente anda en rectitud, porque Él mide su vida con la Palabra de Dios, la medida perfecta.

Es importante notar que éste propósito es logrado "en medio de una generación maligna y perversa" v.15. Pablo no nos aconseja retirarnos del mundo y aislarnos en un escondite espiritual. Pues, solo cuando nos enfrentamos a las necesidades y a los problemas de la vida real, podemos llegar a ser como Cristo.  No es por aislarnos del mundo, sino por servirlo que vemos el propósito de Dios logrado en nuestras vidas.

Hay un poder que recibir (2:13)

El principio que Pablo expone es este: Dios tiene que obrar en nosotros antes de que pueda obrar a través de nosotros. A través de la Biblia se observa cómo este principio operaba en las vidas de hombres como Moisés, David, los apóstoles y otros. Dios tenía un propósito especial para cada persona, y cada hombre era único y no una imitación de otro. Por ejemplo, le llevó a Dios 40 años traer a Moisés al lugar donde pudiera usarlo para guiar al pueblo de Israel.  Mientras Moisés cuidaba ovejas durante aquellos 40 años, Dios estaba trabajando en Él con el fin de que un día pudiera trabajar a través de Él. Dios está más interesado en el obrero que en la obra. Si el obrero es lo que debe ser, la obra será lo que debe ser.

Demasiados cristianos obedecen a Dios solo por la presión externa, y no por el poder interno. Pablo dice a los filipenses que lo importante no es su presencia (de Pablo) con ellos, sino el deseo de ellos de obedecer y agradar a Dios (1:27; 2:12).  Ellos no podrían edificar sus vidas sobre Pablo, porque él no estaría con ellos por mucho tiempo. Es triste ver la manera en que algunas obras en las iglesias se debilitan o se deshacen por el cambio de liderazgo. Tenemos una tendencia a agradar a los hombres y a obedecer a Dios solamente cuando otros están observando.  Mas cuando el creyente se rinde al poder de Dios que está en él, entonces la obediencia viene a ser un deleite; no una batalla.  El poder que obra en nosotros es el poder del Espíritu Santo de Dios (Juan 14:16-17,26; Hechos 1:8; 1 corintios 6:19-20)

Hay una promesa que creer (2:16-18)

Hay un doble gozo para aquella persona que posee y practica una mente sumisa: un gozo futuro (v.16), y un gozo aquí y ahora mismo (vs. 17-18).   En el día de Cristo (v. 1:6,10), Dios va a recompensar a aquellos que han sido fieles a él. "El gozo del Señor" va a ser parte de la recompensa (Mateo 25:21). ¡El creyente fiel descubrirá que sus sufrimientos en la tierra han sido transformados en gloria allá en el cielo! Verá que su trabajo no fue en vano(1 Corintios 15:58). Fue la misma clase de promesa de gozo futuro la que ayudó a nuestro Salvador en sus sufrimientos en la cruz (Hebreos 12:1-2)

Pero, nosotros no tenemos que esperar la venida de Cristo para experimentar el gozo de la mente sumisa. Ese gozo es una realidad presente (v. 17-18), y viene a través del sacrificio y servicio.  Es importante notar que el versículo 17, donde Pablo habla de sacrificio, también usa las palabras gozo y regocijarse - y las repite en el versículo siguiente.  La mayoría de la gente asociaría la pena con el sufrimiento, pero Pablo ve el sufrimiento y al sacrificio como puertas abiertas hacia un gozo más profundo en Cristo.

¿Qué hace la luna? No genera luz. Apartada del sol, la luna no es nada más que una roca gris llena de agujeros. Pero posicionada correctamente, la luna brilla.  Deje que haga aquello para lo cual fue creada, y un terrón de polvo se convierte en una fuente de inspiración y un símbolo de romance.  La luna refleja la luz mayor. ¿Qué sucedería si aceptáramos nuestro lugar como reflectores del Hijo? ¿Qué tal si convirtiéramos en nuestra meta el brillar con todo el resplandor de Cristo?


Basado en
Bible gateway, Zondervan Corporation (s.f.). Recuperado el 11 de Abril de 2020, de Bible gateway, resources: https://www.biblegateway.com/
Max Lucado, (2016). Filipenses, estudio bíblico para células.Texas EEUU. Editorial Mundo hispano.
Warren W. Wiersbe, (2019). Gozosos en Cristo. Editorial bautista independiente

Comentarios

Entradas populares de este blog

Nuestras Biblias Sin Versículos

¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo:" Toma tu Cruz y Sígueme?

No Obtienes la Iglesia que Quieres, Sino la que Necesitas