Lección cinco: Humildad y servicio
Lección cinco
Humildad y servicio
Piensa en las diferentes actividades que ha tenido que realizar , ¿cuáles tareas o responsabilidades han sido las más insignificantes y "humillantes"? Reflexiona un momento en esto...Pablo señala el máximo ejemplo de servidumbre humilde a una iglesia joven empezando a lidiar con el conflicto y amenaza de persecución: la encarnación de Cristo. Él es nuestro modelo de humildad y servicio. Solo en Él, y solo aceptando sus actitudes y acciones, hallamos verdadera unidad y gozo.
Filipenses 2:5-11
A la luz de los versículos anteriores, ser un discípulo significa imitar a su maestro o profesor en su manera de pensar, sus acciones y su carácter. ¿En qué forma las actitudes suyas no se parecen a la de Cristo?
Jesús vino a servir, Él escogió la oración por encima del sueño, el desierto en vez del Jordán, apóstoles de mal genio en vez de ángeles obedientes. Yo hubiera escogido los ángeles. Si me hubieran dado a elegir, hubiera formado mi equipo apostólico con querubines y serafines o con Gabriel y Miguel, testigos oculares de los rescates del mar Rojo y del fuego que cayó sobre el monte Carmelo. Yo escogería a los ángeles.
No fue así con Jesús. Él escogió a la gente. Pedro, Andrés, Juan, Mateo... Cuando ellos temieron la tempestad, él la calmó. Cuando no tuvieron ni un centavo para los impuestos, él lo proveyó. Y cuando no tuvieron vino para la boda o comida para la multitud, él hizo ambas cosas.
Él vino a servir.
Él dejó que una mujer en Samaria irrumpiera su descanso, una mujer que cometió adulterio interrumpiera su sermón, una mujer con una enfermedad interrumpiera sus planes y una con remordimiento interrumpiera su comida.
Aunque ninguno de sus apóstoles le lavó los pies, él lavo los de ellos. Aunque ninguno de los soldados en la cruz clamó por misericordia, él la tuvo para con ellos. Y aunque sus seguidores salieron disparados como conejos asustados, él fue a buscarlos un Domingo de Pascua. El Rey resucitado ascendió al cielo sólo después de haber pasado 40 días con sus amigos, enseñándoles, animándoles... sirviéndolos.
¿Por qué? Porque para eso vino. Él vino a servir...
1. El piensa en otros, no en sí mismo (Filipenses 2:5-6)
El "sentir" de Cristo significa la "actitud" que Cristo demostró. Después de todo, la manera de ver las cosas determina el resultado. Si las vemos de manera egoísta, las acciones terminarán en división y destrucción. Santiago dice lo mismo ( Santiago 4:1-10).
Es de esperarse que la gente que no conoce a Cristo como su Salvador sea egoísta y codiciosa, pero no así los creyentes quienes han experimentado el amor de Cristo y la comunión del Espíritu Santo (Filipenses 2:1-2). Más de 20 veces en el nuevo testamento Dios nos instruye cómo vivir los unos con los otros. Romanos 12:10, 1 Tesalonicenses 5:11, Gálatas 6:2, Romanos 14:13. Otros, es la palabra clave en el vocabulario del creyente.
2. El sirve a otros (Filipenses 2:7)
¿Has notado al leer los cuatro evangelios que Cristo es el que sirve a otros y no los otros que le sirven a Él? El siempre estaba dispuesto para ayudar a toda clase gente - pescadores, prostitutas, recolectores de impuestos, enfermos, afligidos. "Como el Hijo del Hombre no vino para ser servidor, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos." Mateo 20:28. En el aposento alto, cuando sus discípulos aparentemente se negaron a servir, Cristo se levantó, puso a un lado su túnica, tomó una toalla grande, y ¡lavó los pies de ellos! (Juan 13). Tomó el lugar de un esclavo insignificante.
3. Él obedeció (Filipenses 2:8)
¿Podemos ser obedientes nosotros? Jesús fue obediente, obediencia hasta la muerte. Jesús recorrió Su camino en obediencia y cumplió con diligencia la misión que se le asignó. Aunque sabía muy bien lo que le esperaba, en Su obediencia, no se dejó mover de la meta.
El miedo más grande del hombre es el miedo a la muerte, y Jesús lo tuvo que sufrir. Tuvo que pasar por un gran temor: la Biblia nos relata que cuando nuestro Señor estaba en el huerto de Getsemaní, estaba en agonía y “oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra” (Lc. 22:44). Jesús sufrió mil muertes por ti y por mí, fue por nosotros a Gólgota, y padeció una muerte espantosa. Soportó terrible angustia y fue desamparado por Su Padre.
Ahora, ¿cómo vivimos nosotros? ¿Somos obedientes en el camino que Dios nos ha preparado, y en las circunstancias de vida en las cuales nos ha puesto? No necesitamos hacer grandes hazañas, no necesitamos cambiar el mundo, pero sí debemos ser obedientes en el lugar en el que Cristo nos ha puesto. Con toda nuestra debilidad humana podemos ser una luz parecida a la de una pequeña vela; pero aunque sea tan solo una velita de escasa iluminación, cuanto más oscuro es el lugar, tanto más brilla su luz.
4. Él glorifica a Dios (Filipenses 2:9-11)
El gran propósito en todo lo que hacemos es este: glorificar a Dios. Pablo nos advierte en contra de la "vanagloria" en el versículo 3. La clase de rivalidad que pone a un creyente en contra de otro, no es espiritual ni causa satisfacción. Es vana y vacía. Cristo se humilló por otros, y Dios lo exaltó a lo sumo; y el resultado de esta exaltación es la gloria de Dios.
Sigamos su ejemplo. Revistámonos "todos de humildad unos para con otros" (1 Pedro 5:5) Jesús entró al mundo para servir. Nosotros podemos entrar a nuestros trabajos, nuestros hogares, nuestras iglesias. El servicio y la humildad no requiere destreza singular o un título de seminario.
Si el servicio y la humildad no requiere capacitación o don especial, ¿Por qué es tan poco común?... ¿Cómo sería el ambiente en una iglesia de siervos humildes?
Piense esto: El Señor Jesús fue obediente al recorrer Su camino. Ahora se nos exhorta a nosotros a recorrer el camino de la obediencia demostrando el mismo sentir de Cristo. Su personalidad, Su mentalidad, Su manera de actuar y de pensar deben determinar nuestra vida. Este sentir debería ser nuestra actitud básica en el trato con los demás, caracterizando nuestro servicio y nuestra vida.
Si el Padre en el cielo no solo está con nosotros si no en nosotros, si él nunca nos abandona, si nos escucha y cuida de nosotros, entonces todo es posible y podemos centrar nuestra atención, nuestra energía y nuestros esfuerzos en vivir para él sirviendo a los demás. Como siervos entregados, podemos descansar con la seguridad de que él suplirá nuestras necesidades. Puede ser que no veamos la gloria hoy, pero la veremos cuando Cristo venga para recompensar a sus siervos.
¡Que sea así, para la honra y gloria de nuestro Señor y Salvador Jesucristo!
Basado en
Bible gateway, Zondervan Corporation (s.f.). Recuperado el 11 de Abril de 2020, de Bible gateway, resources: https://www.biblegateway.com/
Max Lucado, (2016). Filipenses, estudio bíblico para células.Texas EEUU. Editorial Mundo hispano.
Warren W. Wiersbe, (2019). Gozosos en Cristo. Editorial bautista independiente
Max Lucado (s.f.) Cura para la vida común
Llamada de media noche (s.f. Samuel Rindlisbacher, recuperado el 17 Abril de 2020 de https://llamadademedianoche.org/mensages/tener-el-sentir-de-jesucristo-(filipenses-25-8).html
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